viernes, 6 de diciembre de 2013

Y TÚ... ¿DE QUÉ LADO ESTÁS?

Queridos míos,

Llevo meses leyendo críticas y opiniones sobre un tema que está de máxima actualidad y que me hace preguntarme ¿de qué parte estás? Me refiero a la polémica, pelea o separación de escritores. Por un lado, escritores de toda la vida, los de siempre, que se dedican a sus libros sin más y llenan con sus títulos las librerías de todo el país. Por otro lado esos famosos que además de pasarse horas y horas en sus programas diarios, se lanzan al mundo de la escritura con el apoyo incondicional de las editoriales.

Todo este tema me ha tenido en unas “idas y venidas” y no he sabido bien donde situarme hasta que, me he dado una vueltecita por Internet, el gran recordador de todo lo que pasa. Leyendo noticias, atando cabos y sacando mis propias conclusiones me veo aquí delante de mi ordenador intentando darle forma a toda la información que tengo en la cabeza ahora mismo. Pero, como dijo no sé quien, vayamos por partes.

Supongo que esta polémica pudo iniciarse con el artículo que publicó Almudena Grandes, en El País Semanal, el 2 de Junio de este año donde nos hacía una recomendación a los lectores diciendo “No se dejen engañar. No caigan en la trampa de lo que parece igual pero es distinto” refiriéndose a todos los libros de “famosos de medio pelo”. La verdad es que después de leer su artículo me quedé con la boca un poco más abierta de lo normal porque, para empezar, si me lo permite esta señora, me veo con la capacidad necesaria como para decidir y elegir lo que me apetece leer en cada momento.

Justo en este momento es cuando recuerdo algo que me llamó la atención hace un mes aproximadamente. La escritora Matilde Asensi, a la que he leído disfrutando muchísimo sus libros,  en Twitter tiene 7.830 seguidores pero ella en cambio sólo sigue a 4. De esos 4 debo deciros que 2 son grupos de fans. Interesante. Cuando la busqué para seguir sus comentarios por esta red social me quedé tan parada y me llamó la atención tanto que decidí no seguirla. ¿De esas 7.830 personas que la siguen y la admiran no hay ni siquiera 5 que puedan decir algo que a ella le interese? Mis ojos se abren como platos… ¿Endiosamiento? No seré yo quien lo diga pero… ¿no os resulta, como poco, sorprendente?

Otra de las escritoras de prestigio que ha llamado mi atención es la gran polémica Lucía Etxebarría. Ya no sólo por echar pestes de la televisión basura y formar parte de ella voluntariamente, dejando su persona a la altura del betún… sino por ella misma en todas sus declaraciones. Oírla media hora seguida me hizo en más de una ocasión apagar la tele. Demasiado mucho para tan poco nada. Y ahora zas!, en ese paseo internauta me entero de que se le ha acusado de plagio en dos ocasiones en las que, en la primera el plagiado decidió no tomar acciones pero sí Interviú (quien ganó) y la segunda el tema se solucionó con un acuerdo económico y un comunicado por parte de Lucía donde reconocía un uso inadecuado de material ajeno. Reconozco que esta escritora no está entre mis preferidas. También reconozco que después de su paso por el programa de televisión, donde se creía más importante que los demás concursantes, por los libros escritos y premios recibidos, hizo que la soportara mucho menos pero ahora sabiendo que además se ha podido demostrar el plagio en dos ocasiones… Ahí lo dejo.

Pasamos entonces al segundo grupo. A ese grupo de famosos que deciden aprovechar su fama y escribir un libro. Una lista que cada vez es más larga y que sería imposible enumerar a tantos nombres y que hace, según Mercedes Milá, que la Feria del Libro tenga más color y vaya más gente. Esto me hace recordar también cuando un año por Sant Jordi intenté acercarme a Carlos Ruiz Zafón para que me firmara un ejemplar de “La Sombra del Viento” y no es que no lo consiguiera, es que ni pude verlo de lejos, había tanta gente en el Paseo de Gracia de Barcelona que me fue imposible ni siquiera verlo. Así que primer pinchazo porque, estaréis conmigo cuando afirmo que, gracias a Dios, no somos ese país de pandereta que piensan algunos y son muchas las personas que disfrutan de la Feria del Libro o del día de St. Jordi acudiendo a las firmas de todo tipo de escritores (famosos o no) de libros leídos y disfrutados.

Paseando por este grupo no puedo dejar de comentaros que, como lo hice en su día, y no fui la única que tuvo esa sensación, cuando me leí el libro de Sandra Barneda, “Reir al viento” mi mente viajó, sin querer, a la historia que contaba  Elizabeth Gilbert en “Come, reza, ama”. Me gustó mucho pero hay una similitud que inevitablemente está ahí y sin querer acusar de nada puede que la idea de escribir este libro le surgiera a Sandra después de ver la película de Julia Robers. ¿No?

 

Y llegamos a lo que esta semana ha sido noticia incluso en el Telediario. El libro de Belén Esteban causa colas de hasta 3 horas para su compra, llega a  su tercera edición. Y yo me pregunto ¿Queda algo de esta chica que no se sepa ya?, es decir, en 14 años que lleva en televisión, ¿se ha ido guardando información para escribir este libro o es más de lo mismo? No voy a entrar en como Belén ha llegado a ser la princesa de algunos porque, aunque no es santo de mi devoción, entiendo que si a la gente no le gustara no llevaría 14 años ahí. Así que si las audiencias deciden tenerla no seré yo quien diga lo de que se quedó embarazada de tal y ahora resulta que es más famosa que el padre de la niña. Pero no deja de ser sorprendente también que alguien de quien conocemos hasta los detalles más íntimos de su vida pueda escribir un libro de memorias y pase lo que está pasando con Belén. Mi boca vuelve a abrirse más de lo normal.

 

Así que resumiendo, en esta batalla, la que hoy os presento, por un lado tenemos a los escritores de siempre, a los que se sienten víctimas y que endiosados exigen su lugar enfadándose cuando alguno intenta acceder a las listas de más vendidos (que no, tristemente, más leídos). Y por otro lado tenemos a esos famosos que se piensan que el mundo de la literatura los necesita y lo único que intentan es seguir llenando sus arcas y demostrarnos una vez más, que sus vidas son más guais que las nuestras.

 

Ahora viene cuando tengo que responde a la pregunta ¿De qué lado estás? Pues sinceramente creo que de todos y de ninguno. Pero sobre todo creo que del lado de la razón, y sin intención de hacer demagogia, siendo bloguera literaria, o al menos intentándolo, estoy del lado de los libros buenos, esos que te dejan buen sabor de boca. Esos que después de leerlos te hacen entrar en crisis (como en la que me encuentro ahora mismo) porque me gustó tanto el último, que todavía no estoy preparada para empezar algo nuevo y nada me atrae lo suficiente.

 

Me da igual si lo escribió Carlos Ruiz Zafón, Maxim Huertas o Vanesa Requena. Yo, lectora declarada, amante eterna de las páginas y las tapas duras, digo que estoy a favor del título y de las páginas del libro y no del nombre que haya escrito en la portada. Me da igual si el que escribe lleva 400 libros o es su primero, me da igual si es americano o italiano o vecino mío.

 

Yo quiero libros buenos, libros que me hagan desaparecer de mi día a día agotador al llegar a casa por las noches… Libros que me hagan vivir emociones que quizá en mi vida cotidiana ya no voy a vivir… historias que enganchen y me hagan estar pensando todo el día en llegar a casa o tener un minuto libre con un bocadillo en la mano y el ebook en la otra. Señores, esos son los libros que quiero… y sinceramente me da igual quien los escriba… Lo importante es que se escriban. Así que dejen de pelearse por hacerse con el hueco de vencedor y siéntense delante de sus ordenadores y escriban que para eso les compramos.